La historia musical femenina en Chile está compuesta de una amplia gama de estilos, voces, sonidos y personalidades. Muchas exponentes, cada una en su época, han escrito su nombre en el cancionero nacional, y que pese a la distancia en el tiempo y la lejanía que pueden representar los años, se pueden encontrar muchas similitudes entre ellas.
Paralelos musicales en la historia de la mujer en la música chilena. Partiendo por…Dos mujeres que han escrito su nombre con fuerza en la historia musical chilena, cada una en su estilo y época, pero con un sello particular que las une: La potencia de la voz. Cecilia y Mon Laferte comparten el canto al desamor, el desgarro y la fuerza en la interpretación, donde canciones como “Compromiso” y “Tormento” parecieran compartir la misma esencia. Varias décadas separan sus carreras musicales, pero el tiempo nunca ha sido factor en la música de estas mujeres, las que dejarán por siempre en el paisaje sonoro nacional la fuerza de su voz en canciones como “Tu falta de querer” y “Baño de mar a medianoche”, canciones infaltables cuando alguna cantante se apronta a demostrar la potencia de su voz.
YORKA / SONIA Y MYRIAM – LA ARMONÍA DEL DÚO
En la historia de la música los dúos de cierta forma siempre quedan en la memoria, y se suele recordar a estas parejas de músicas y músicos que unen sus voces en una sola canción. En Chile no son tantos los que uno podría recordar a buenas y primeras, pero sí hay casos y tienen voz de mujer, hablamos de Sonia y Myriam (Myriam y Sonia Von Schrebler) y Yorka (Yorka y Daniela Pastenes). Hermanas, además de compañeras de canto, estas duplas se caracterizan por combinar sus voces y armonizar en cada canción que interpretan, hoy en día Yorka, y años atrás, el recordado dueto de Sonia y Myriam.
CAMILA MORENO / DENISE (AGUATURBIA) – ÚNICAS EN SU ESTILO
Si hay algo que caracteriza a Denise y Camila Moreno es la autenticidad. La cantante de Aguaturbia de la mano del rock, una potente voz y el desenfado; mientras que la autora de Mala Madre, siguiendo el camino de una constante evolución musical y una voz que la distingue en la escena musical chilena. Cada una con su sello, cada cual, con su estilo, resultan inconfundibles al hablar de mujeres en la historia musical nacional.
SUPERNOVA / FRECUENCIA MOD – A LA DISCO DE A TRES
A fines de los años 70 un trío de mujeres hacía bailar al país con su éxito “Duele duele”, mientras que a fines de los 90, otro trío femenino también encendía las pistas de baile con “Toda la noche”. Se trata de Frecuencia Mod y Supernova, grupos que con 30 años de diferencia lograron posicionar sus canciones como grandes éxitos, uno de estilo disco, que predominaba en los años setenta, y otro de la mano del pop estilo “boyband”, que abundaba en las radios y discotecas de fines de los noventa y principios del nuevo milenio. Grupos que en sus formaciones originales no tuvieron larga vida pero que dejaron hits que perduraron en el tiempo.
NICOLE / GLORIA BENAVIDES – DE PEQUEÑAS A LOS ESCENARIOS
Una niña de apenas 12 años cautiva con su voz a miles de personas, instalándose como una llamativa excepción en un mundo adulto y catapultando la que, a la postre, sería una larga y fructífera carrera en el mundo del espectáculo. Parece una historia, pero en rigor son dos. Sucedió a principios de los 60 y también a fines de los 80, y sus protagonistas son dos mujeres con cursos que parecen replicarse con décadas de diferencia: Gloria Benavides y Nicole. Con “La gotita” y “Tal vez me estoy enamorando”, ambas artistas dieron el puntapié inicial a carreras musicales que las acompañarían por el resto de sus vidas, pero que además supieron complementar con otras incursiones en la industria del entretenimiento. Gloria lo hizo como comediante, rol que le dio éxito incluso entre toda la comunidad latina en Norteamérica; Nicole lo hizo como rostro de televisión, donde ha ejercido como conductora y juez de diversos programas de concurso. Las dos ya tienen un lugar ganado no sólo en la música, sino en el mundo de la entretención local, mientras continúan agrandando un legado que ya es inolvidable.