El cantautor ariqueño lanza un nuevo disco en una fecha emblemática como lo es el 11 de septiembre.
Es un disco conceptual (social-político), de carácter trovadoresco, con una inspiración basada en ritmos tradicionales chilenos y latinoamericanos. Y con la mirada puesta en un país que lucha por su devenir día a día.
Habla de un pueblo que se mira así mismo de manera autocrítica y que busca en la historia respuestas para seguir adelante en la tarea de conseguir avances en torno a las demandas sociales y a las necesidades de justicia social y equidad.
Una reflexión abierta donde las preguntas nos desafían como sociedad a encontrar amorosamente las respuestas que nos permitan recuperar los sueños, (la memoria) en las jaulas del olvido. Memoria, amor y patria son los ejes fundamentales del discurso de este álbum. Algunas veces un tinte de ironía y humor, muy chilenos, tiñen las canciones de aquella gracia criolla y popular que siempre ha sido fundamental para remar las aguas de las penas y celebrar las alegrías.