El terrible ataque sufrido por la periodista de la señal 3 de La Victoria, Francisca Sandoval – quien fue herida a bala cuando realizaba su trabajo en el barrio Meiggs el pasado 1 de mayo- es una nueva muestra de la situación crítica que afecta a este sector de Santiago, donde confluye con la comuna de Estación Central.
Cuadras y cuadras de comerciantes, un lugar abandonado durante décadas por las autoridades. En Meiggs cunde la desesperanza, la violencia entre las personas, una sensación de caos y falta de soluciones.
En medio de este escenario complejísimo está el Estadio Víctor Jara. Entre las calles Unión Latinoamericana y Bascuñán el recinto histórico, declarado Monumento Nacional, cuenta con una infraestructura envidiable que claramente no se usa con todo su potencial, dormida frente a un entorno agreste y peligroso.
La administración del Estadio está a cargo del Instituto Nacional del Deporte, que se encarga de mantener las instalaciones de manera apropiada para el uso que se estime conveniente por la autoridad. El problema es que no ha existido una planificación real de las actividades del recinto. Ni hace 30 años, ni ahora.
Mirando desde el sucio pasaje Arturo Godoy, no hay evidencia de la riqueza de este espacio. Hay salones para practicar danza, espacios para entrenar, oficinas, un campo central como escenario perfecto para manifestaciones artísticas y culturales.
En los últimos años el Estadio ha sido usado por los gobiernos de turno como albergue y vacunatorio lo que contribuye a seguir encerrando al barrio en una especie de ghetto, el patio trasero de la comuna más importante del país.
¿Qué se hace con estos lugares internos al estadio? Poco. La propuesta de la Fundación proyecta comenzar a trabajar desde dentro para ser un aporte en el abordaje que requiere con urgencia el sector, que afecta a Meiggs y que llega, por cierto, a la Estación Central, al frontis de la Universidad de Santiago y de la calle Víctor Jara, inaugurada en 2021.
La Fundación Víctor Jara es la única institución que ha propuesto y realizado actividades que realmente aprovechan el potencial del Estadio y que lo encaminan a cumplir su rol histórico, como sitio de memoria y centro para el arte y el deporte. Ya son más de 30 años luchando por rescatar este espacio para las artes, la memoria y la promoción de los Derechos Humanos.
Desde abril de 1991 con las Jornadas de Purificación Canto Libre, en que cientos de artistas coparon las calles cercanas, el escenario central y las graderías, para liberar un espacio ensangrentado. O la ceremonia en el año 2003, en que por fin se reconoció que en el habla popular el nombre ya era Estadio Víctor Jara, dejando atrás su denominación anterior. En 2009, el recinto se declara Monumento Nacional; así se comienza a relevar su papel como sitio de memoria.
Más recientemente se han realizado las tres ediciones presenciales del Festival Arte y Memoria, el FAM 2017, 2018 y 2019. En sus instalaciones se grabaron las actuaciones de los destacados músicos que participaron en el FAM 2021, encuentro que también contó con un registro de los espacios donde se vivió el martirio de Víctor Jara, un documental conmemorativo titulado Canto en Silencio. Esto se suma a las visitas guiadas abiertas al público y a los encuentros en que nos hemos reunido con ex presos del Estadio para rescatar sus memorias, entre otros hitos.
“Como Fundación estamos en campaña para solicitar la entrega de la administración del Estadio Víctor Jara en comodato. Nos interesa ser parte de un abordaje multidimensional de los problemas que tiene el barrio Meiggs. Acá no se trata solo de poner más o menos carabineros, hay que ver más allá, ver cómo recuperar la esencia de este barrio y del estadio, que podría ser un aporte enorme y ofrecer cultura, arte, deporte. Y, lo más importante, permitiría rescatar un patrimonio que nos pertenece a todos los chilenos y chilenas: nuestra memoria histórica y el valor de los Derechos Humanos” dice el director de la FVJ, Cristián Galaz.
Puedes revisar el sitio de la Fundación Víctor Jara en www.estadiovictorjara.cl
Foto: @manurojasfotos