Sonidos electro-metálicos, pulsaciones marcadas que rememoran a organismos mecánicos, atmósferas ionizadas y una fuerte sensación de inmersión en mareas universales. Eso y más es lo que evoca “Abertura Sideral”, álbum perteneciente al sorprendente proyecto musical vicuñense Strelizians, editado y lanzado durante el 2022, a pesar de que el proceso creativo, de grabación y producción (proceso llevado a cargo en un estudio casero y a cargo de la misma banda, incluyendo el trabajo de masterización) tomó aproximadamente entre 1 y 2 años de forma interrumpida.
La temática del álbum gira alrededor de los pensamientos, impresiones y “emociones” experimentadas por un robot alienígena que se encuentra atrapado en el planeta tierra. La sola temática ya nos recuerda de forma tangencial al emblemático Ziggy Stardust y su propia experiencia de observación para con la raza humana. El sonido, diseñado y visualizado para lograr sumergir al oyente en una atmósfera espacial logra por completo su objetivo. La experiencia se vuelve envolvente, melancólica y experimental, pero con claras influencias que nos golpean desde el fondo de bandas tales como Tangerine Dream, Van Der Graff Generator, tintes de Stereolab, al sintetizador de Vangelis (puntualmente en el álbum “Spiral”) e incluso uno que otro fraseo que rememora a Gorillaz, entre otros. Sin rayar en el plagio, las influencias reconocibles llegan a nuestros oídos a modo de pinceladas que, de forma nostálgica y a la vez atemporal nos recuerda la existencia de sonidos ya oídos en otras épocas.
Una propuesta arriesgada, a través de la cual se explora una diversidad de estilos que van desde el rock alternativo hasta la electrónica, pasando por el weird-rock y lo-fi, en donde los sintetizadores que rememoran décadas desde los 60’s hasta los 90’s son los protagonistas indiscutidos, y cuya atmósfera espacial llega a su pick en canciones como “Event Horizon 2” o “Evocación”, teniendo en cuenta que la canción principal del álbum es “Ice Cream”, llevada al máximo con el Prophet- 5 palpando el futurismo. No podemos dejar de mencionar la lúgubre y nostálgica “Regreso”, favorita de la banda y que da cierre a este extenso álbum compuesto de 19 canciones. En palabras del artista “un proyecto musical envuelto en una completa praxis de la instrumentación y producción, sumergiendo al oyente en un variado abanico de sintetizadores que predominan”. Predominan, y sin duda salen airosos de esta travesía galáctica, inmersiva, melancólica y a la vez tan fresca y “agradable al paladar”. Sin duda una recomendable experiencia sónica.